viernes, 30 de mayo de 2014

¡Qué amiguitos, Señor Presidente!

Xavier Q Farfán

Oye Don Pepe, el Negrito es el único tuyo

SEGUNDA PARTE. FINAL

   En la entrega de ayer te recordaba, lectora mía, a uno de los amigos  de Don Pepe López Porpillo, el Profe Hank, y lo hice a vuelo de pájaro, rápida y superficialmente, con el sano propósito de no fastidiarnos el día reviviendo más detalles de su paso nefasto por la vida nacional. Y ahora, para seguir con este ejercicio de la memoria masoquista, voy a ocuparme también a grosso modo, de otro amigazo del expresidente: Arturo El Negro Durazo. 
   Este tipo, cuya única virtud fue jugar a las canicas con Jolopo cuando eran niños, se convirtió en el jefe de la policía de la Ciudad de México cuando su cuate llegó a la Presidencia. Amigos son amigos, diría Don Pepe Presidente aún sabiendo que la justicia de E.U. buscaba al Negrito por narcotráfico. Qué cosas.
   En su paso como director de la Dirección General de Policía y Tránsito capitalina, consiguió transformarla en el ente más corrupto y despreciable de todos cuantos había; formalizó las cuotas obligatorias de todos los elementos policiacos y si había un billete de por medio, se hacia de la vista gorda con lo atracos, extorsiones, robos, muertes, secuestros, perpetrados muchas veces por los mismos oficiales  su cargo. Naturalmente que su fortuna creció exorbitante y obscenamente. Pero todos lo querían mucho, pues lo nombraron miembro de la Legión de Honor, Doctor Honoris Causa del Supremo Tribunal de Justicia del DF, y General de División sin ser militar -para el disgusto de algunos mandos de la Sedena-.
   Y como tenía harta lana y no sabía cómo gastarla, pues le dio rienda suelta a sus sueños más nacos y mandó construir en Zihuatanejo una réplica del Partenón griego para sus fines de semana. ¡Hazme el chingado favor, atónito lector mío! El impresentable suponía que cualquier tarde Zeus y Hera le harían una visita de cortesía para conocer su mansión abominable.
   Al terminar el sexenio del señor López Portillo, el Negro Durazo fue perseguido, encontrado y encarcelado hasta su muerte en 2000 gracias a Dios. Y mejor ya no le sigo por hay la maldición de que si alguien menciona en una charla o en un escrito a los tres personajes de esta historia (Hank, el Negro y Jolopo), sus espectros dejarán las profundidades del infierno y vendrán a jalarle los pies. Uyy. Por lo pronto yo me voy a aventar un Rosario en la noche, por pura precaución. ¡Vade retro, Negro horrible!. Namasté
Aspecto del jacalito que mandó construir el Negrito picarón,
para esperar la visita de los Dioses del Olimpo. 

jueves, 29 de mayo de 2014

¡Que amiguitos, Señor Presidente!

Xavier Q Farfán
Para Elda Ivonne

   El apunte inaugural de este cuadernillo virtual endemoniado y arquetipo de lo que no se debe hacer con el tiempo libre, estuvo dedicado a un Presidente bien machín que tuvimos los mexicanos hace 35 años: Don José López Portillo. Si lo recuerdas, queridísimo lector, ahí conocimos a las damas de las que se hizo rodear durante su sexenio, tan hilarante. Pues bien, ahora me gustaría recordar a los amigos de Don Pepe Presidente, que los tuvo, y muy buenos.

Un profe millonario y la profecía de la Paca Castro

   En la década de los 40 una vidente de Atlacomulco, Estado de México, reunió a sus familias más prominentes para una lectura de las cartas colectiva. Muy certera en sus artes, Francisca les adelantó que 6 miembros de sus familias llegarían a la gubernatura del Estado y uno, a la Presidencia de la República. Los apellidos Sánchez Colín, Del Mazo, Montiel, Fabela, Hank, Peña, figuraban en aquel cónclave adivinatorio. (Una a una se fueron cumpliendo las visiones de la bruja y finalmente el retoño tardío del grupete, el Jimmy Neutrón del Estado de México, Enrique, llegó a la presidencia del país en 2012)
   La promesa de poder y gloria que les había sido regalada, unió más a aquellas familias elegidas y así más o menos comenzó la leyenda informal, sin acta constitutiva, del Grupo Atlacomulco -Atracomucho para algunos- que inicialmente comandó el abogado Isidro Fabela.  Y para pronto floreció el entramado de poder y riqueza entre sus miembros. Y claro, florecieron también la intriga, los golpes bajos, los golpes altos, la corrupción, el tráfico de influencias y la transa entre los hermanitos. Como un PRI chiquito, cultivaron las malas costumbres de la política con exquisito descaro.
   En los 70 la cara visible de este grupo invisible era el Profe Carlos Hank González, autor de aquellla frase -que de tan cínica, resultó cierta- "Un político pobre, es un pobre político" y gran amigo, desde su más tierna infancia, de López Portillo, el Presidente. Este modesto profesor de primaria fue Alcalde de Toluca, luego Gobernador del Edomex. y después regente de la Ciudad de México, donde lo conocían como Gengis Hank, por su costumbre de destruir colonias para las nuevas vialidades. Como adivinarás, caro lector, el Profe hizo su carrera a las sombras magníficas de Atlacomulco y de Don Pepe. Y de pasada se super-hinchó de plata. Finalmente te cuento que uno de los hijos del mentor, Jorge, avecindado en Tijuana desde hace mucho tiempo, también se dedicó a la política con regular suerte y prefirió enfocarse de tiempo completo a sus negocios, de los que destacan los casinos Caliente y el equipo de fut Xolos. Con todo el dineral que tiene quiso comprar clase, pero al parecer no sabe dónde la venden. Ni yo.
   Mañana le seguimos con otro amigazo del alma de Don José, el Negro Durazo, que venturosamente ya se murió y que espero no soñarlo esta noche. Namasté

continúa




Cada quien su temperamento

Xavier Q Farfán

   En la entrega anterior, mi temperamental único lector, quedamos en hacer el ejercicio de identificar el temperamento de los héroes que nos dieron Patria y Mundo. Como nos los tengo a la mano para aplicarles una tremenda batería psicométrica y saber santo y seña de sus personalidad, esta vez pasaremos por encima de la rigurosa ética psicológica y nos basaremos en las particularidades visibles de cada quien. Quien no apruebe esta técnica, felizmente puede cambiarle al canal y ponerse a ver las telenovelas.



El Chapulín Colorado, perdón, Juan Gabriel, es de
temperamento sanguíneo, como sucede normalmente
en quienes se dedican a las artes.

Michael Jackson, entre sanguíneo y melancólico, con
marcados gustos infantiles.

Adolfo el terrible, era sólamente meláncolico con rasgos coléricos inventados

El Pato Donald, colérico con episodios neuróticos
 próximos a un accidente cardiovascular

El Sr. Bonaparte, colérico y flemático. 

Vicente Fox, colérico, y con Prozac, melancólico.

Drácula, deliciosamente sanguíneo.

Barak, entre colérico y sanguíneo.

martes, 27 de mayo de 2014

La invasión del silencio

Mi General, en su foto más icónica.
Xavier Q Farfán

   Alguna vez escuché decir a un maestro de historia de la Secun que la única invasión o ataque al territorio de Estados Unidos era obra de Doroteo Arango, alias Pancho Villa, allá por el año de 1916. Y recuerdo que lo dijo con cierta petulancia, como si Villa fuera su tío o su abuelo o su papá; y como si incendiar a un pueblito polvoriento a mitad de la noche fuera una proeza extraordinaria. Al maestro se le olvidó Pearl Harbor en 1941 o quizá pensaba que había sido un día de campo japonés, quién sabe. (El ataque de la Armada Imperial Japonesa orilló a los gringos a entrar en la II Guerra Mundial).
   A la distancia, ambos ataques, espectaculares como fueron, palidecen comparados con la invasión silenciosa actual de la que es víctima el territorio yanqui. Checa, sufrido lector, el siguiente infograma elaborado con datos de Pew Research Center y publicado por Mental Floss. 
   La comparación es de la población inmigrante mayoritaria nacida en cada estado de la Unión Americana en 1910, con la de 2010. 
La invasión moderna, sin balas.


¡Colérico vs. Flemático¡ La danza de los temperamentos

  Xavier Q Farfán

Ahora ya sabremos a quién culpar: a los malditos genes

 Cuando al fin nos rendimos de tratar de imponer nuestro punto de vista a los demás, cuando no pudimos convencerlos de que pensaran igual que nosotros, cuando no nos conceden la razón unánimemente, como nos gusta a todos -algunos se desmarcan, fingidamente, de esta tendencia humana-, casi siempre terminamos diciendo: ¡en fin, cada cabeza es un mundo! Habrá algún pedante que exclame: ¡ustedes se lo pierden!  Como todas las sentencias populares, ésta es muy cierta: todos vemos al mundo, lo pensamos, lo imaginamos de modos diferentes. No hay en este planeta, ni habrá, dos personas que piensen exactamente igual. Así lo planeó Dios y si lo planeó Dios es perfecto.
   Este rollo viene a cuento, amigo lector, porque quiero platicar contigo acerca del temperamento de las personas, ese sustrato genético que es el basamento de nuestra personalidad, y que es diferente en todos nosotros. Es, pues, nuestro código de barras personal, intransferible, irrepetible e indeleble.
   Todas las tendencias psicológicas y médicas están de acuerdo en que los temperamentos son cuatro: sanguíneo, colérico, flemático y melancólico; esta división básica de la personalidad tuvo sus orígenes en la escuela de Hipócrates, padre de la Medicina, en la que suponían que los humores (líquidos) elementales del ser humano eran cuatro y que la enfermedad se presentaba cuando había un desequilibrio en sus niveles.
   La personalidad, como sabemos, es el repertorio de actitudes, sentimientos y conductas que es normalmente persistente y estable durante nuestra vida, y esto la hace, hasta cierto punto, predecible. Así, por ejemplo, cuando decimos que ya conocemos la personalidad de alguien, podemos casi adivinar su reacción ante una circunstancia cualquiera: se va a enojar, se va a poner como loco, va a llorar, se pondrá triste, se pondrá alegre, te va a golpear, te va a abrazar, va a salir corriendo, etc.
   A la personalidad la constituyen el temperamento, o la carga instintiva y genética -nuestro código de barras, pues-, y el carácter, que es resultado de variables sociales, culturales, ambientales, etc. Su interacción dinámica determina nuestras formas de conducta y pensamiento.
   Luego de esta cátedra magistral, que ya quisieran tener en Stanford, Yale, Harvard, Ann Arbor y en la Libre de Psicología (Universidad de las Ciencias del Comportamiento), paciente lector, déjame te recuerdo enseguida algunas peculiaridades de los 4 temperamentos, para finalmente hacer el ejercicio de identificarlos en personajes notables, malos y buenos, vivos y muertos, que han circulado por este mundo.

Y tú, ¿qué temperatura traes? Perdón, ¿qué temperamento tienes?

.

Las características en el círculo azul, son los rasgos negativos, los indeseables, pues. Debo de señalar que el temperamento de cada persona no es absoluto; podemos tener ciertas cualidades o defectos, de uno o más de ellos, pero siempre habrá aquel, el predominante, que explique nuestra forma de sentir, de pensar y de actuar.

continúa... pero antes, ¡un poco de música! ¡Venga de ahí!


lunes, 26 de mayo de 2014

El Presidente Peña llegó a Parral, Chihuahua, ¡sin avisar!

   De sorpresa les cayó a mis paisanos nuestro Presidente. a quienes les regaló un soberbio discurso desde un balcón del Palacio de la Capital del Mundo, porque Parral es la Capital del Mundo, para quien no lo sabía. También es Sucursal del Cielo, futuro Puerto Marítimo y sede del Juicio Final. Neta que cómo nos encanta. 
   Como el viaje no fue planeado, el Mago Martell (Jr) le tuvo que prestar uno de sus sacos. (X.Q.F)

domingo, 25 de mayo de 2014

Ay Marcos, no se te quita lo mamón

Xavier Q Farfán


   Ahora resulta que el personaje del Subcomandante Marcos va a desaparecer. La neta que se le estaba haciendo tarde para tomar esta determinación a Rafael Sebastián Guillén Vicente, luego de 20 largos años de darle vida. ¿Se cansó Rafael de ser Marcos?, ¿Las exigencias que le dieron vida ya fueron resueltas? ¿Ser guerrillero es aburrido si no sales en la tele o si no te entrevistan reporteros europeos? ¿Qué te paso Rafael? ¿Y ahora de qué te vas a disfrazar?
   Para quienes son muy sensibles a este tema quiero decirles que estoy hablando del personaje exclusivamente; de los motivos subyacentes al movimiento guerrillero -ideológicos, sociales, políticos, etc.- que se encarguen los especialistas, yo no.
   Cuando lo vimos por primera vez en la tele, muchos nos fuimos con la finta de que al fin había  llegado el justiciero enmascarado a caballo y darles su merecido a los malos de la Patria. Venia con su gorrito militar, audífonos, su pasamontañas negro, dos o tres relojes -que sólo él sabe para qué son cada uno-,  cananas cruzadas, y su trapo ese que se cuelga del cuello, como la "gabardina" que usaba Cantinflas. En el cinturón cargaba su pistola, radios, teléfonos celular y satelital, y hasta el control del aparato de Sky. Y de pilón llegó fumando una pipa. Ideal para la TV y para que se empezaran a tejer las historias más románticas en torno suyo. Además tenía pretensiones literarias y de cuando en cuando nos lanzaba ganchos prosísticos de regular valor.
   En el pináculo de su fama sacó de la selva chiapaneca al circo zapatista y lo llevó al mismísimo Congreso de la Unión, sede del Estado Mexicano, su enemigo jurado, en un desplante que para algunos fue conciliador, pero para muchos de vedettismo ramplón. Fue el Subcomediante Marcos un personaje mediático, para consumo popular, manipulador de masas, al que finalmente eclipsó su propia historia. Ya no dio para más.
   Dicen por ahí que genio y figura hasta la sepultura, y aficionado como es a los reflectores, seguramente Rafa nos tiene preparada otra sorpresa -que esperamos menos patética, porfas-. Namasté.
El Subcomediante Marcos en pose para la tele.

 

Llegó la hora de barrer a México, porque mañana pasa la basura

Xavier Q Farfán

Tres píldoras para la excelencia nacional


...en ese lugar, donde todo está perdonado de 
antemano, todo está cínicamente permitido
Milan Kundera 


  Habrá quien crea que ya las tenemos de nacimiento, que el DNA ya las codificó en nuestro instructivo genético y que ni modo, que ya no hay manera de cambiarlas, que tendremos que lidiar con ellas y  luego heredarlas a las generaciones por venir y así hasta el final de los tiempos. Hablo de ciertas características muy nefastas que los mexicanos hemos cultivado a lo largo de nuestra historia y que terminaron enraizadas en nuestra conciencia colectiva como verdades inmutables. Y son tan nefastas que nos han impedido desplegar nuestro verdadero potencial como hombres libres e inteligentes. Son un lastre pesadísimo que ni la más espléndida de las sinergias puede mover un poco, como una maldita piedra en el zapato auto-impuesta que no queremos sacar porque, finalmente, terminaremos acostumbrados a ella.
   La buena noticia es que estas peculiaridades nuestras no son genéticas, son aprendidas; las fuimos aprendiendo poco a poco hasta que se metieron en nuestra personalidad mexicana y se presentaron sutilmente en nuestra convivencia cotidiana como actitudes, como pensamientos, hasta suponer que así éramos y que un cambio, al menos voluntario, no era posible. ¡Y como son aprendidas, estas características se pueden desaprender y se pueden reaprender otras mejores! ¡Claro que sí!
   A quienes supongan que tal cosa no es posible, que ya estamos condenados por los genes, que estamos bien así, que para qué le movemos, que no tiene caso, los que estamos convencidos de que sí es posible, y que somos más, les vamos a pedir que por favor se busquen otro país u otro planeta y que se vayan ya. La invitación a largarse aplica también para aquellos que han alentado, para su beneficio, tal estado de cosas. A partir de este momento los que decidamos quedarnos empezaremos a desterrar de nuestras vidas las ideas funestas acerca de nosotros mismos para, ojala, poder acceder a niveles de satisfacción personal y colectivos nunca antes experimentados. Es lo menos que nos merecemos como pueblo y como individuos.
   Desde este foro insignificante, perdido en la inmensidad virtual, proponemos como inicio de esta cruzada inédita, botar al carajo a tres axiomas nacionales, venerados desde siempre y que desde siempre han sido una carga envilecedora. Así, de tres en tres, los vamos a ir sacando de nuestra vida común, si te parece, amigo lector.

1.- Los mexicanos no somos los que estamos, con sombreros y sarapes, dormidos a la sombra de un árbol o de un cactus. No señor; esta imagen de la flojera y la indolencia, que muchos la utilizaron para dibujarnos aquí y fuera de México, aún con su tinte cómico o comercial, ya no existe. Ni siquiera el argumento de arte folclórico será válido.
   Desde ahora todo cuadro, playera, retablo, pintura, calendario, revista, logotipo, llavero, artesanía, figuras de yeso, etc. que haga referencia a esta imagen de los mexicanos dormidos serán destruídos ipso-facto, porque insistimos, no somos nosotros y quien así lo crea, ya sabe lo que tiene que hacer: largarse con sus dibujitos a otra parte.

2.- La Puntualidad Mexicana no existe. Cuando decimos que vamos a llegar a un compromiso a las 4:00 PM estamos diciendo que vamos a llegar a las 4 Pasado Meridiano y no a las 4 Puntualidad Mexicana, es decir, a las 4 y media. Se entiende que en ocasiones nos gane el tiempo y no podamos ser puntuales, pero no es correcto aducir que llegamos tarde porque somos mexicanos, porque nuestro horario es diferente al de los demás. No, estos relojes convenencieros ya no existen. Esos 15 minutos de tolerancia tampoco. Si nos dicen que a las 9, llegaremos a las 9 y tampoco haremos el papelón cada vez que regresen a nuestros hijos de la escuela porque llegaron un minuto tarde: la entrada es a las 8 en punto y punto. Los que gusten seguir llegando tarde y justificándose con su horario personal, lo pueden seguir haciendo, pero en su nuevo planeta.

3.- En México no arreglamos todo con unas pinzas y un alambrito. No, a lo mejor eso lo llegamos a hacer en un momento que se requería improvisación y creatividad, en una urgencia, pero nada más. En México no hacemos las cosas sobre las rodillas, al "ahí se va"; no, nosotros no somos parchadores de segunda: las cosas las hacemos perfectamente bien o mejor no las hacemos. Nunca dejamos nada que podamos hacer hoy, para mañana o para después. Somos previsores ante cualquier contingencia que se pudiera presentar, incluso ante el clima. Cuando barremos, no escondemos la basura debajo de nuestro tapete, porque es nuestro y no lo queremos con basura.

   Estas Tres Pildoras para la Excelencia Mexicana, nos las habremos de tragar al menos una vez por semana, hasta que logremos estar seguros de que el país que deseamos para nuestros hijos sea el que cotidianamente estamos construyendo. Cuento contigo, amigazo lector, y con tus sugerencias de cosas que debemos tirar a la basura. Namasté.

Que conste, nosotros no pedimos nada: ellos solitos aflojaron

Xavier Q Farfán

Que dice mi mamá que siempre no, que gracias.


SEGUNDA PARTE. Final


   Todo el santo día duró la fiesta por el regalo sorpresa y la noche no impidió que continuaran los bailes en las calles de las ciudades, de los pueblos y de las rancherías. Y naturalmente el vino corrió a raudales, mucho vino, bendito vino que nos ayudo a expresar el agradecimiento a los gringos: nuestros primos de siempre ahora son nuestros hermanos. Así es, en la hipócrita hermandad latinoamericana los americanos no caben, pero este día sí; hoy si caben mis carnales americanos del alma. ¡A huevo!
   Al otro día, cuando los ánimos fiesteros su serenaron, las interrogantes empezaron a llegar una por una, pero las respuestas no. Eran muchas mis preguntas acerca del suceso reciente, así que opté por consultar a mi contacto permanente -casi espía personal- en Washington, el tal Barrientos.
-Oye Barrientos, tú que estás metido en todo cuéntame por favor qué está sucediendo-, le inquirí.
-Mira hermano, nadie dice nada, acá hay un hermetismo total sobre el tema, pero por ahí me filtraron que la cuestión es meramente económica. Los gringos parece que ya se cansaron de meterle recursos a un barril sin fondo: los inmigrantes no tienen llenadera, dicen. Los estados involucrados son prácticamente una extensión de México; sus habitantes son mexicanos que creen que están en su país todavía. Mira, es como si tu pagaras la música y no pudieras elegir las canciones, en tu propia casa. Así se sienten los gabachos, por lo que escucho. Y si me preguntas por el tema del racismo, déjame decirte que no, que no es por ahí la cosa, lo que quieren es que finalmente los dejen en paz-, me explicó el tal Barrientos. Y lo que me explicó tiene sentido.
   La novedad aparentemente tomó por sorpresa al Gobierno de México que no ha dado su punto de vista oficial al respecto. Me imagino que en Los Pinos aún deben estar con cara de ahora-cómo-putas-madres-le-vamos-a-hacer. Pero los que sí reaccionaron pronto, fueron los vividores de siempre, los policastros jurásicos y novatos que han mamado de la generosa chichi del gobierno toda su miserable vida. Ellos llegaron, puntuales, con ideas, con propuestas, con candidatos para administrar la nueva posesión nacional; incluso hasta pagaron felicitaciones y parabienes de media plana en los periódicos nacionales para ¡el Presidente de México! En los corrillos políticos se empezaron a barajar nombres y a hacer apuestas: quién para Los Angeles, quién para Dallas, quién para Houston, quién para Las Cruces, quién para Phoenix, quién para San Diego...
   Total que cada quien estaba haciendo sus planes, grandiosos por supuesto, respecto a la nueva perspectiva que se abría, espléndida, frente a nosotros. Sin embargo, la realidad nos fue poniendo gradualmente en nuestro sitio y al final del día casi todos pusimos la misma cara que el gobierno había puesto: ahora-cómo-putas-madres-le-vamos- a-hacer. Yo personalmente ni tengo la mínima idea de cómo y mi instinto me dice que no, que no debemos aceptar la propuesta gringa.
   Te había comentado ya, amigo lector, que a mí no me gusta meterme a donde no me llaman, pero al notar la reacción tan lenta de muestras autoridades, me tomé la libertad de redactar el documento con el que México educadamente declina el obsequio estadounidense; si se tardan un día más, yo personalmente lo voy a enviar a Barak por medio del tal Barrientos.

Sr. Presiente Obama.

   Los mexicanos agracedemos su gesto de ofrecer a México la anexión de los estados fronterizos de
 su país, pero en honor a la verdad no estamos preparados para una empresa de tal magnitud por lo que nos vemos obligados a rehusarla. Asímismo lo invitamos a que reconsidere la posición de su gobierno y que los estados involucrados vuelvan a su estatus original. Nosotros pondremos todo nuestro empeño en que la relación binacional no se complique más por el tema migratorio.
   Con la pena pero dice mi mamá que siempre no, que muchas gracias.

sábado, 24 de mayo de 2014

¿Qué opinas, Bill, sobre regresar a Texas y California a México?




Alguna vez, el Presidente Yeltsin preguntó a Bill Clinton por qué Estados Unidos no entregaba los estados fronterizos a México y así acabar con la bronca migratoria. La respuesta del Presidente de USA fue muy clara. Veámosla




viernes, 23 de mayo de 2014

Qué conste, nosotros no pedimos nada: ellos solitos aflojaron

Xavier Q Farfán

Crónica de una devolución no anunciada.

PRIMERA PARTE
(Para Maribel Orozco)

   Que yo sepa, no se mandó una comisión de los notables mexicanos para amablemente solicitar la devolución; ni hubo una recomendación simbólica de la también simbólica CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos); tampoco el Presidente Peña se puso en huelga de hambre (aunque así parezca) con tal propósito. Menos aún han habido manifestaciones populares para exigir la reparación inmediata del daño; ni siquiera una incendiaria nota diplomática. Nada de nada.
   De esta decisión histórica me enteré muy temprano, por internet, cuando estaba revisando los pendientes de mi trabajo, porque sí trabajo, amigo lector, aunque no se note. Sucede que el Presidente Barak Hussein Obama anunció esta mañana que el Gobierno de los Estados Unidos había decidido devolver a México los territorios de Texas, Nuevo México, Arizona y California. Incrédulo, encendí la tele para confirmarlo y también le pedí a María Guadalupe, mi esposa, que me diera un soplamocos leve para asegurarme que estaba despierto y sobrio -¡Leve, lo pedí leve, chingao!-. Y sí, sí era cierto: ahí estaba el moreno muy contento dando la gran noticia al mundo y sus alrededores.
   -"La noche de ayer, en la Sala Oval de mi Casa Blanca, recibí la visita de los gobernadores Rick Perry de Texas, Susana Martínez de Nuevo México, Jan Brewer de Arizona y Jerry Brown de California. El propósito de la misma era hacerme saber que, tras debates y acuerdos previos muy intensos, habían concluído regresar a México sus estados. Y anoche mismo notifiqué al Congreso y a todas las entidades pertinentes, de manera que en este momento declaro libres a tales estados. Los aspectos básicos de este pacto son:
- La primera opción es que los Estados en cuestión, se anexen a México de manera inmediata.
- En el caso de que México no los acepte, los estados podrán formar una nueva República.
- Para los habitantes que decidan quedarse no habrá mayor dificultad que cambiar su nacionalidad de todos sus documentos.
- Los habitantes que decidan no quedarse, podrán viajar a nuestro país en un plazo de 3 días, a partir de este momento. Habremos de instalar campamentos a los largo de la nueva frontera provistos de todas las comodidades posibles en tanto solucionamos esta repentina contrariedad de vivienda; quienes tengan familiares acá, sería de gran ayuda que se hospedaran con ellos. Muchas gracias y God bless América, Gob bless América" .
   Aún sin creer lo que mis ojos veían y mis oídos escuchaban, inicie ese ritual, a veces divertido, de cambiar los canales a la tele incesantemente: en todos estaba Obama dando su discurso trascendental y en todos empezaban a aparecer los padrotes de la información en México, explicando la noticia, y dando su opinión erudita. No había ya duda, ¡en 5 minutos el tamaño de mi país creció al doble! Y naturalmente los mexicanos iniciamos el festejo.
   Desde mi casa empecé a escuchar claxonazos y porras; las campanas de las iglesias cercanas llamaban a fiesta incontinenti, en la radio nos invitaban a todos a besarnos y abrazarnos gozosos, las ediciones extra de los diarios no se hicieron esperar con titulares tales como "Lo del agua, al agua", "Justicia Divina", "Gracias mi Negro", etc. Total que lo que prometía un día normal de trabajo, se convirtió en una kermesse mañanera, escandalosa y tricolor.

Continúa







jueves, 22 de mayo de 2014

¡Cuidado! Los Genios Están Trabajando

Xavier Q Farfán

No les pagamos por hacer bien su trabajo, les pagamos para que nos maten.. de la risa

   Hay una técnica infalible para construir puentes muy seguros y durables, cuyo nombre desconozco pero la voy a tratar de describir con las siguientes etapas.
Paso 1. Construyes un puente con la técnica tradicional de construir puentes.
Paso 2. Cuando está listo el nuevo puente le subes un camión, luego dos, luego tres..
Paso 3. Cuando se cae el puente ya sabes cuántos camiones aguanta
Paso 4. Con la misma técnica vuelves a construir tu puente, pero ahora le pones un aviso que dice "Precaución: este puente aguanta 10 camiones"
   Es un procedimiento un poco largo pero efectivo, pues nos da la certeza de la resistencia del puente. Y si lo notaste, paciente lector, no tuvimos que utilizar a las odiosas matemáticas, ni a la ingeniería, ni a la geología; vamos, ni siquiera necesitamos de la inteligencia para edificarlo. Para ilustrar un poco esta tendencia constructora, voy a comentar una obra que, a juzgar por los resultados, parece que fue erigida bajo estos conceptos técnicos geniales.
   En mi ciudad, Chihuahua, hace algunos años construyeron el puente que nos mete al Perif. Lombardo Toledano en su sentido sur si vamos por la Calle Juárez y si no se ha derrumbado es porque no hemos terminado de reírnos. No tengo la menor idea de quién lo construyó, pero supongo que debe estar en la cárcel porque el responsable de una obra así debe estar en la cárcel, lo mismo que los funcionarios que le dieron el visto bueno y la pagaron. O al menos en un centro de rehabilitación.
   De veras que el mentado puente da pena ajena: es demasiado estrecho para que un autobús circule sin contratiempos, su trazo es irregular: las contenciones del carril en su parte recta son sinuosas, los muros no son verticales totalmente y tampoco parejos. En fin, cuando se lo ve de frente pareciera que en cualquier momento se va a desplomar.
   Es un poco difícil, pero no imposible, que esta obra haya sido planeada y ejecutada en un solo día: el de la Santa Cruz, en medio de una juerga interminable. Es más, preferiría que la explicación del responsable fuera ésa: es que andábamos borrachos, y no oirlo decir que "así nos gusta hacer los puentes, chuecos". Por Dios.
   Una buena noticia sería saber que hubo un castigo ejemplar para los autores de esta grosería urbana, pero la mala noticia es que no hubo ni habrá responsables, ni castigo, ni nada. Otra noticia, aún más mala, es que todos lo que nos quedamos callados, los que usándolo, autorizamos el puente, los que sólo criticamos las malas acciones del gobierno y sus cómplices constructores, somos en realidad los culpables de cosas como ésta. No hay más, mientras nosotros sigamos con nuestra actitud permisiva ellos seguirán haciendo de las suyas.
  Finalmente, amigo mío, y antes de que se me derrame la bilis -porque ya estoy agarrando una tonalidad verdosa- permíteme ponerte también de mal humor con esta información adicional: cuando ya pudiste cruzar el multicitado puente, empiezas a ver avisos preventivos escritos en el pavimento que dicen:

Tren
con el
cuidado

Velocidad
su
disminuya

Altos
de cuatro
próximo
crucero

Tiempo
con
su carril
tome

   El imbécil que planeó estas advertencias piensa que como vamos en coche a toda prisa tenemos que leer al revés, de abajo hacia arriba, para conseguir hilar las frases y entender el contenido.  Esto aplica cuando la separación entre renglones no permite verlos juntos. Así funciona nuestro cerebro a la hora de leer. Tengo tres probables razones que expliquen esta falla de nuestro Einstein vial.
A- El autor de los mensajes en el pavimento vive en su torre de marfil con escritorio de caoba, desde donde gira instrucciones para que sus brillantes ideas se materialicen. Obviamente nunca circula por nuestras calles.
B- El autor circula por las calles y se entera que los avisos que mandó escribir en el pavimento no se entienden, o sólo se entienden si los lee al revés, pero no dice nada. Sabe que la súper-cagó pero guarda silencio, y como nadie le reclama nada por su evidente falta de cacumen, sigue ahí, súper- cagándola
C- Cuando circula por las calles y lee sus propios mensajes, y los entiende perfectamente, en efecto, tenemos un autor intelectual de mensajes en el pavimento perfectamente imbécil.
Namasté.

miércoles, 21 de mayo de 2014

¡Todos queremos ser excéntricos!

Xavier Q Farfán

   Todos en esta vida tenemos una lista de cosas por hacer antes de morir. Normalmente la administramos de manera mental, y a veces, inconscientemente. Hay quienes son más metódicos y las escriben en su diario o en una hojita que luego pegan en el refri, y cuando cumplen alguno de los pendientes, o anhelos, o sueños, les ponen una palomita o las tachan; las mujeres son muy dadas a dibujar caritas sonrientes a cada tarea realizada. 
   En general, las cosas que anhelamos son modestas, alcanzables; algunos se autoimponen propósitos muy elevados, pero nada del otro mundo y, cuando se aplican con tesón y disciplina, lo consiguen invariablemente. Deseos como hacer un Doctorado, tener una casa con jardín, sentirse plenos y realizados, un Toyota Camry, escribir un libro, un paseo por las islas griegas, ver a los hijos titulados, jugar con los nietos -que los nietos jueguen con uno, es lo correcto-, ver la serie completa del Dr. House, ir a Disneylandia, envejecer sin necesitar pañales, jubilarse para ser un pintor, etc. son deseos que perfectamente se pueden alcanzar. ¡Todos!
   Sin embargo hay un deseo que es inherente a nuestra condición humana: el del reconocimiento, y si es masivo, mejor. Así venimos de fábrica, unos con dosis mayores, otros no tanto. Todos lo traemos en el chip personal, pero curiosamente todos lo negamos. "A mí no me gusta la fama", "qué hueva que todos te conozcan",  "qué vergüenza, ni vida privada tendría" son algunos argumentos con lo que disfrazamos ese afán de notoriedad nuestro.
   Si me autorizas, querido lector, vamos a suponer que nuestro capricho soslayado se cumple sólo por el día de hoy. ¡Pum! Ya somos la celebridad que todos conocen: jaurías de fotógrafos nos acosan permanentemente, en las tiendas nos piden nuestro autógrafo, hasta los Presidentes nos invitan a sus fiestas, nos lanzan flores y besos por donde pasamos, salimos en las portadas de Hola y People (en español, claro), etc. En fin, nos pasan esas cosas que sólo les pasan a las luminarias como nosotros. Y obviamente ya nos ponemos nuestros moños, y hasta un pliego petitorio de exigencias hemos elaborado para dejarnos ver.
   No me gusta husmear en la vida de los demás, pero voy a revisar brevemente las exigencias de los famosos alrededor del mundo, no por morboso, no, ¡ní Dios lo quiera!, solo para darme una idea y así poder elaborar la lista de las mías.
   La morenaza y 100% ensabanable Beyoncé, por ejemplo, pide en su camerino inodoros nuevos y popotes de titanio para sus bebidas. Madonna solicita rosas y lilas con los tallos de 15 centímetros exactamente. Mariah Carey pide perros y gatos recién nacidos. Jennifer López exige que toda la comida sea de color blanco y que su café -blanco, supongo- sea batido en el sentido de las agujas del reloj. Mötley Crüe requiere una boa constrictora de 3 metros y una ametralladora. Britney Spears solicita para su camerino una foto de la Princesa Diana y 100 higos y ciruelas pasas. Pero la que sí se pasó se lanza fue Lady Gaga, que pidió para su camerino un maniquí con vello púbico color rosa.
 Las celebridades latinas también tienen sus coranzoncitos y claro, hacen sus peticiones también igual de extravagantes y absurdas. Parece que tienen  una regla: entre más complicadas e idiotas sean sus exigencias, mayor es su talento y su personalidad. Veamos: Luis Miguel necesita tener un chef a la mano para que le prepare comida turca cuando le da hambre. Shakira pide botellas agua francesa (Evian, me imagino) a tres temperaturas diferentes, lo mismo que requiere Paulina Rubio a quien le gusta el sushi de Miami en su camerín.
   Después de este fantástico recorrido, único lector mío, te informo que todas las pendejadas que planeaba pedir para mi presentación ya me las ganaron y supongo que a tí también. Ni hablar, me tendré que conformar con una botella de agua San Pellegrino -no importa que la rellenen en el grifo, pues jamás me enteraría- y un plato de cacahuates japoneses con salsa Valentina y limón, como vil macaco rasurado. Namasté 


     

martes, 20 de mayo de 2014

La Olimpiada de los prepotentes

Xavier Q Farfán

Ser los Jefes del mundo sirve para maldita la cosa

   Voy a iniciar este apunte infame con una pequeña historia de mi infancia setentera, y antes de que me digas que a ti qué te importa mi infancia setentera, lectorazo querido, déjame decirte que es muy conveniente para mí recordar y superar algunos episodios traumáticos de mi niñez; así me lo dijo el terapista que atiende mi problema de encabronarme cada vez que mi esposa me pide que vaya por el agua.
   Resulta que de chavito, alguna vez escuche decir a alguien que mi México lindo estaba entre las doce potencias más grandes del mundo,  y que seguiría escalando lugares hasta llegar a los primeros y hablarse de tú con los meros-meros. Resulta que yo me la creí y anduve por la vida cargando la pesada loza de la esperanza fallida durante mucho tiempo: algunas veces íbamos bien, repuntando en la lista; otras, no tan bien, bajando. Yo, por supuesto, hacía mi parte: me aplicaba en la escuela y trataba de portarme bien con mi mamá. Así siguió la cosa, hasta que empece a notar que otros países, diminutos y lejanos, nos estaban rebasando por la derecha. El colmo. 
   Finalmente, extenuado de este rally infructuoso y antes de sufrir un aneurisma juvenil, decidí mandar a la chingada mis pretensiones ampulosas de ser la potencia mundial. Qué alivio se siente, de veras. Ahora me limito a hablar mal de los que sí llegan al nivel máximo de poder en la Tierra.
   Como todos sabemos Estados Unidos es el Jefe actual, y mantener esta condición le exige mucho esfuerzo y sobre todo mucha inversión (cuando los beneficios de una inversión son menores a lo gastado, deja de ser una inversión y se convierte en un gasto), pero lo hacen gustosos porque el dividendo es mayor: aseguran el suministro de materia prima -barata, además- para sus necesidades locales que son insaciables. Y claro que cuando eres el Jefe te ganas la antipatía de muchos, virulenta y criminal en ocasiones. Es muy oneroso para USA custodiar sus intereses alrededor del mundo y cuidar su espalda siempre y la de sus incondicionales: ocupa un aparato militar cuyo presupuesto es mayor al muchos países juntos. Sin embargo la hegemonía de los gringos está cercas de su fin porque otros con complejo de Jefe les están apedreando el rancho: China y Rusia. Cualquier lunes nos vamos a despertar con la novedad de que ya tenemos nuevos patrones globales. Al tiempo.
   Pero, aparte de la evidente necesidad económica, ¿qué otro tipo de motivación lleva a algunas naciones a esa implacable lucha por la supremacía total? ¿Buscarán ser los Jefes para ser felices, por ejemplo? ¿Garantiza niveles de vida superiores para sus ciudadanos? ¿El poder total permite hacer mejores hombres y mujeres? ¿El ideal humano de la igualdad queda resuelto, al menos al interior, del país todo-poderoso? ¿La libertad del Jefe es mejor que las otras libertades? Como las anteriores, podemos hacernos decenas de preguntas y especular con las probables respuestas. Mejor, querido lector, chécate los siguientes datos. Según un reporte de la ONU -hacer este tipo de informes no le quita lo inútil al organismo- los países más felices son

Dinamarca
Noruega
Suiza
Holanda
Suecia
Canada

   Los países con mayor libertad económica en 2014, según un documento de Heritage Foundation y The Wall Street Journal son

Hong Kong
Singapur
Suiza
Australia
Nueva Zelanda
Canadá

   Los 6 países con la mejor calidad de vida de sus habitantes son, según datos de la OCDE

Australia
Suecia
Canadá
Noruega
Suiza
Estados Unidos

   Países con mejor nivel académico en el mundo según reporte de la OCDE

Canadá
Israel
Japón
Estados Unidos
Nueva Zelanda
Corea del Sur

   Resulta muy curioso que los patrones del mundo no figuren en estas listas; antes bien, figuran países con perfil bajo, que no hacen mucha alharaca de su posición. No se necesita un CI de genio para notar que ser super-poderoso no es garantía de ser mejores. Pero si no se trata de ser mejores, ¿entonces de qué se trata? ¿Hay algún motivo inconfesable que no me han dicho, bribones?
   Por lo pronto yo me voy a dormir porque mañana tengo mucho trabajo. Namasté

domingo, 18 de mayo de 2014

Un forastero en el México bipolar

Xavier Q Farfán

Nuestra actitud hacia los extranjeros: de la cortesía al miedo

   Todos los días celebro ser de esta tierra prodigiosa en la que Dios no se anduvo con pobrezas: nos regaló de todo. Desde la alucinante montaña de Chihuahua, hasta el baño perenne de dos oceanos con playas en las que la única ambición posible sería morir ahí mismo. Ni duda cabe, qué suertudos somos los mexicanos de ser mexicanos. Pero como todos, los de México tenemos por ahí un par de debilidades, mínimas, si tu quieres amigo lector, pero debilidades al fin. 
   No entiendo de dónde la sacamos, pero mis paisanos y yo tenemos la habilidad extraña de escoger para que administre nuestra abultada riqueza, a la pandilla más incompetente y ladrona de todas cuantas hay. Así ha sido desde siempre; en cada elección creemos que "ahora sí, éstos son los buenos" y como siempre, resulta igual: ponemos en el poder a una partida de inútiles guapos. Y gandallas, claro. Pero éste no es el tema y perdón por divagar con mis lamentos mexicanos. Y como decimos en Parral, a lo que te truje Chencha.
   Una de las actitudes más curiosas de los mexicanos, se presenta en sus relaciones con los extranjeros; es una postura definitivamente bipolar. Por un lado los recibimos con mucho gusto y entusiasmo: somos hospitalarios y corteses con ellos, les abrimos nuestras casas y nuestros refrigeradores; intentamos hablar su idioma porque nos sentimos obligados a que ellos se sientan cómodos. Es una característica natural, innata, que veces exageramos por cuestiones monetarias, como el turismo, por ejemplo. Pero por el otro lado, cuando un extranjero accede a ciertos niveles de poder, en automático se encienden las luces de alerta, y le damos una revisada al Artículo 33 de nuestra Constitución, nomás por si se ofrece. 
   Claro que no somos xenófobos, pero por alguna razón que no alcanzo a entender, quizá atávica, o de índole subconciente-colectiva, empezamos a ver moros con tranchete en caliente: que si quieren dividir al país, que si lo quieren mal vender, que si le van a cambiar la letra a nuestro Himno Nacional, que con los ratas mexicanos tenemos, para qué queremos gabachos, etc. son algunos de los razonamientos nacionales. Tenemos miedo, pues. (Nota. Lo de cambiarle la letra al Himno no me parece una mala idea: es una letra desfasada, anacrónica y cursi. Los mexicanos no somos guerreros, nunca lo fuimos y ahí están como pruebas las madrizas que nos han dado periódicamente).
   Después de todo esto, amabílisimo lector, la propuesta que tengo preparada ha perdido un poco la sorpresa, pero igual la voy a soltar. Por lo pronto me voy a poner los audífonos con Las Cuatro Estaciones de Vivaldi para no oir los gimoteos de los patrioteros mexicanos, esos que tanto defienden la soberanía de México escondiéndose lingotes de oro en sus faldas y en las faldas de sus esposas. Hela aquí.
   Voy a invitar a Lech Walesa a que venga a México como super asesor de nuestro gobierno. Seguramente pensarás que he perdido el juicio y que el único par de neuronas útiles que tengo han hecho corto y que ya me perdieron para siempre, pero no lector mío, eso no ha sucedido. Ahora te platico por qué he pensado en el polaco.
   El señor Walesa trabajó durante muchos años como electricista en los astilleros de Gdanks, Polonia, donde co-fundó el sindicato Solidaridad, el primero libre en el este de Europa. En 1983 le entregaron el Premio Nobel de la Paz, fue Presidente de su país en 1990 y es considerado, junto a Juan Pablo II, también polaco, y a Mijail Gorvachov, factor del colapso del sueño soviético, cuyo símbolo más notorio, el Muro de Berlín, empezó a caer en noviembre de 1989.
   Cuando terminó su ajetreo político y social, Lech pidió regresar a su antiguo trabajo de electricista en los astilleros, con sueldo de electricista y claro, una pensión honorable de expresidente. Pero nada más. Ocasionalmente dicta conferencias en universidades de Europa y Estados Unidos. Por eso lo quiero traer a México como asesor, a ver si se nos pega algo. A mi personalmente me gustaría que me enseñara a preparar salchichas como las preparan en Polonia. Namasté. 
   
   
   

Deliciosa y rapidita vuelta por la Ciudad de los Palacios.

Xavier Q Farfán

   Nadie en su sano juicio podría poner en duda que la Ciudad de México, la Ciudad de los Palacios, es la más hermosa de nuestra patria y de muchas patrias. Tremendo monstruo urbano repleto de belleza antigua y de belleza nueva, y de chilangos con acento cantadito y alburero, imperdonable; pero ni modo de llenarla de londinenses estirados. 
   El título de la Ciudad de los Palacios es obra de un paseante inglés de hace 2 siglos, Charles Latrobe, y no del excurcionista fantástisco Alexander Von Humboldt, como muchos creíamos. Lo que sí dijo el alemán fue que el valle de la ciudad de México era "la región más transparente". Pero bueno, estos son detalles menores de una urbe mayor, en la que tengo planeado un fin de semana delicioso, largamente planeado, y también largamente pospuesto. Me queda clarísimo que no será suficiente, por lo que ampliaré mi tour hasta el lunes, día en el que habré de poner la cereza en el pastel de mi paseo, luego les cuento por qué.
   Sólo a un desequilibrado como yo se le puede ocurrir visitar el DF y en tres días hacer el recorrido que tengo pensado hacer, cosas de loco, dirán, pero lo voy a intentar de rapidito. Apenas llegar a un sitio, una ojeada veloz, hacer un par de fotos, pedir folletos y córrele al siguiente. Mi hermano chilango Arturo y mi papá chilango Javier serán mis logísticos si logro convencerlos. Ellos habrán de arreglárselas para diseñar rutas y horarios, porque yo nomás tengo una lista de lugares y tres días.
   En el centro de la metrópolis los primeros por visitar serán los museos, claro, porque andar por ahí y no entrar a uno es simplemente intolerable y además los exquisitos te regañan si no lo haces: el Nacional de Arte, el Franz Mayer, el del Templo Mayor y el Nacional de las Culturas. Ahí mismo, luego del baño cultural museístico, la Alameda, Bellas Artes, Palacio Nacional, el Zócalo -que espero no encontrarlo como campo de refugiados o con un concierto free de Lucero-, la Plaza de Garibaldi, el Colegio de San Ildefonso, la Torre Latinoamericana -subir al mirador es obligatorio y espero esta vez no cagarme- y finalmente un cafecito en la Calle de Regina.
   En la zona de Chapultepec las visitas inexcusables, ya saben, son los museos Nacional de Antropología e Historia, Rufino Tamayo, el de Arte Moderno y para el chamaco curioso que llevo dentro el Papalote. Claro que no puede faltar una vuelta por el zoológico, una caminata por el bosque y una remada breve en el lago. Para terminar, un poco de relajamiento en el carrusel de la Feria, que es el menos demencial de sus juegos, y aún así, me parece que va demasiado rápido.
   Claro que no puedo dejar de ir a Xochimilco y perderme por sus canales y chinampas, y si tengo suerte, no toparme con la isla de las muñecas, porque si me la topo seguramente arruinará el resto del paseo. Por el rumbo habrá que llegar a los viveros de Coyoacán y la casa azul de Frida Khalo y por supuesto al descomunal Estadio Azteca, lugar de reunión por excelencia de la crema y nata defeñas.
   Ojalá que el lunes podamos recorrer todos los sitios planeados que faltan y ojalá que mis estrategas no me manden al demonio por lo disparatado de mi programa por que, no se si decirles, también me gustaría subir a la Pirámide del Sol, en Teotihuacán. Pero la cereza del pastel de este tour por Chilangolandia, sin dudarlo un segundo, la pondré por la noche cuando al terminar su noticiero, Joaquín López Dóriga me permita a mí, simple mortal, darle las vueltitas mamonas a su silla giratoria. Y si me dejara sentar y él mismo diera las vueltas a la silla, ¡pamplinas! sería como una experiencia religiosa -iba e decir un orgasmo, pero no, no es para tanto-. No tengo la menor idea de cómo le voy a sacar el permiso a Don Emilio Azcárraga, pero se lo voy a sacar, así tenga de catafixiar mi entrada para ver a Chabelo. Namasté.

sábado, 17 de mayo de 2014

El TOP-5 de la estupidez global

Xavier Q Farfán

SEGUNDA PARTE

Kim Jong Un, el coreano sexi

   Hasta el momento no tengo noticias de que los aldeanos de Corea del Norte estén al borde del estallido social porque su presidente, o lo que sea, es idiota. Tal vez el control de los medios sea muy preciso y no nos enteremos de su incomodidad, o bien los coreanos están felices con la gestión de Kim al frente de su país. Quién sabe, eso ya es otra historia. Lo que nos importa ahora es saber por qué Kim Jong Un está rankeado en los primeros sitios de la estupidez mundial.
   Resulta que este joven dictador hace cosas muy extrañas, y obliga a sus súbditos a hacer cosas muy extrañas también, que sólo las explica un desorden mental, como la estupidez. Fíjate, lector querido, que Kim se corta el cabello el solito por temor a los peluqueros y como tiene los brazos un poco cortos ya te imaginarás el resultado: parece una piña regordeta. Claro que el coreano sexi puede hacer con su pelo lo que se le antoje, pero cuando obliga a sus goberrnados a usar el mismo corte, es una signo inequívoco de Trastorno de la Estupidez. Otra señal adversa es su costumbre de hacerse rodear, siempre, por un pelotón de escribidores que anotan todo lo que dice y hace para luego publicarlo en lo medios oficiales; por ejemplo, si Kim le da un caramelo a algún niño, los escribidores lo anotan y en el diario del día siguiente publican: "nuestro carismático Líder, un uno de sus gestos habituales, ha demostrado su gran amor por los niños norcoreanos, asegurándoles a todos un futuro seguro y prometedor".
   Al Presidente Jong Un le gusta el baloncesto y alguna vez llevó a su Corea a Dennis Rodman, gran exjugador de basquet, pero también, un poco idiota. No quisiera, por nada del mundo, toparme a este par en una cristalería, y borrachos, menos. Pero bueno, cada quien su vida. Finalmente debo decir, un poco en descargo de Kim, que su padre era peor. Decían sus escribidores que Kim Jong Il
-No defecaba ni orinaba
-Que había inventado las hamburguesas
-Podía controlar el clima
-Que usaba un teléfono celular invisible
   Cómo no iba a salir tarado el hijo, con semejante papá. Ni con la carísima escuela en Suiza a la que asistió se pudo componer el muchacho.

Varios casos de Trastorno de la estupidez

   En México, cuando el Príncipe William y su novia Kate Middleton preparaban su boda, una joven preparatoriana se puso en huelga de hambre hasta que alguien le diera una invitación al evento Real, incluido vuelo redondo. Nunca supe si la chica murió anoréxica o si pudo viajar a Londres, donde seguramente iba a hacer un pancho similar para que la dejaran ser madrina. Así como lo oyes, lector.
   También en nuestro país, alguna vez un grupo de intelectuales michoacanos pidió formalmente al entonces Papa, Juan Pablo II, que por favor levantara la excomunión a José María Morelos, uno de nuestros padres fundadores muerto hace 200 años. Qué os parece.
   Y ya que estamos en México, qué tal las telenovelas y algunos programas de revista nacionales que, para orgullo y gloria nuestros, se venden por todo el mundo. La neta admiro a sus guionistas que cotidianamente libran una batalla épica, encarnizada, descomunal, contra la inteligencia y el sentido común y cotidianamente la ganan. ¡Carajo!, qué gran negocio este de exportar la estupidez.

Quinto lugar

   El quinto sitio de este listado impresionante se lo han ganado, a pulso, los tipos que dedican su tiempo y energías -en lugar de hacer algo útil y de provecho- a elaborar inventarios de las cosas y personas idiotas de la vida. ¡Gulp! Namasté.



viernes, 16 de mayo de 2014

El TOP-5 de la estupidez global

Xavier Q Farfán 

   Me parece que algo anda mal en el taller de Dios: absorto como está en su obra magnífica ha dejado ir algunas piezas imperfectas. Pero Dios no se equivoca, por lo que supongo que estas omisiones son deliberadas, como para meterle sabor al caldo. Y es que hacer un cerebro humano no es una tarea sencilla; cualquier distracción y ¡pum! la obra sale mal. Pero Dios es Dios y él sabrá por qué lo hace.
   En general, la producción de humanos inteligentes es muy buena, con altos estándares de efectividad final, pero como en todo, la excepción confirma la norma. Andan por este mundo 2 que 3 ejemplares que ponen en duda todo el preciosismo con el que Dios nos hizo. Aunque, insisto, puede ser su sentido del humor el responsable, porque qué aburrido sería esta mundo sin los imperfectos. ¿A quién culparíamos de todo? ¿De quién nos mofaríamos?
   Enseguida, amigo lector, te presentaré algunas de las cosas más absurdas que he visto en mi vida, protagonizadas obviamente por imperfectos que de algún modo se las ingeniaron para escapar del Aliento Divino que regala el sentido común y la inteligencia. Huelga decir que es mi opinión personal y nuncamente intentaría herir u ofender a alguien con mis comentarios; además un poco de sarcasmo no mata.

-Guinness World Records, o el Libro de los récords Guinness.

   Magna obra de los idiotas, elaborada por imperfectos en la que se compilan los mejores logros de los idiotas en este mundo. La idea de este mamotreto, de factura inglesa off course, en un inicio era medianamente buena -un libro de consulta de curiosidades de la naturaleza- pero con el paso del tiempo derivó en el compendio de la estupidez que todos conocemos ahora. Y curiosamente, este libro es uno de los más vendidos en el planeta. Qué cosas: los idiotas ponen sus talentos y otros, menos idiotas, los publican y se hinchan de billetes. Comer más salchichas, escupir más lejos, tener el tumor grande y presumirlo, etc., son algunas de las hazañas humanas registradas.

- La Barbie y el Ken humanos.

   No los conozco y sus historias personales no me interesan, pero resulta que Valeria Lukyanova y Justin Ladica son dos jóvenes que se han ganado, a lomo partido, su derecho de figurar en este top de la idiotez humana. En lugar de asistir a la universidad y trabajar de medio tiempo en Mc Donalds, como hacen todos los chavos normales, ellos decidieron dedicar su vida y su dinero a parecerse a Barbie y a Ken. ¡Hazme el recabrón favor, paciente lector! Por más que le exijo a mi pequeño cerebro, no me alcanza para entender este despropósito.
   A base de cirugías reconstructivas y pilates, los muchachos se ufanan día tras día para alcanzar el parecido ideal con los populares muñecos de Mattel -cuyos directivos deben muy indignados con esta flagrante deshonra a su copy-right- y que sus amigos, también idiotas, les digan: "oye, estás igualita a la Barbie, y hasta hablas". No es mi dinero el que se botan, allá ellos, pero bien podrían invertirlo en otra clase de cirugía: la de cerebros, para ver si les quita, aunque sea un poquito, lo tarugos.
   Nomás nos falta que este par se case, y que tengamos que andar lidiando con sus hijos de plástico en un futuro, porque seguramente querrán seguir los pasos de su padres sintéticos.

continúa

   

jueves, 15 de mayo de 2014

Hoy jueves declaro a Colombia mi segunda Patria

Xavier Q Farfán

   Hoy es jueves y los jueves me pongo muy mamón y dramático. En lugar de estar en una taberna jugando dominó con mis amigotes, gritando palabrotas y "hablando de mujeres y traiciones", estoy aquí, amigo lector, con mis lloriqueos. Y me puse a imaginar en qué lugar estaría mejor si por esas cosas del destino tuviera que salir de México. Ni París ni Nueva York ni Londres, que tanto disfruto sin conocerlas. ¡Me voy a Colombia, parcero!
   Por supuesto que no me quiero ir de México, mi entrañable suelo al que tanto maltratamos y que paradójicamente, tanto nos da, incansable y generoso. No, para nada me quiero ir; sólo en el extremo caso de que me tenga que ir -no se, un tsunami, una guerra, una gripe aviar-, me voy a Colombia mañana mismo. porque sé que allá seré bienvenido y bien tratado. Me lo han prometido mis amigos colombianos con su acento delicioso con el que destrozan al castellano, ese acento delicioso que parece un abrazo permanente. Y vaya que tengo grandes amigos colombianos; desde un médico prominente forjado aquí, en Chihuahua, hasta una familia de bandidos "parapsicólogos" que lo curan todo y amantes de la platica fácil. Grandes tipazos todos. Y Gabriel, por supuesto, que sin invitarme, me invitó a su pueblito imaginario Macondo, en el que, dicen, se vive raro pero se vive bien.
   En fin, son muchas las afinidades con Colombia: su montaña, su café, sus mujeres, sus leyendas, sus ciudades, sus películas, su salsa, ¡caramba! hasta sus series de mafiosos. Por todo esto te informo, único lector mío, que hoy jueves he declarado a Colombia mi segunda Patria. Namasté.

¿Quién no regaló el petróleo?

Xavier Q Farfán

   Desde principios del siglo pasado, cuando se intensificó su uso, a los mexicanos nos vendieron la idea extravagante de que el petróleo nos iba a sacar de pobres. Y empezamos a explotar ese lago inmenso e inagotable que tenemos bajo los pies hasta que México se colocó en la élite de los productores del hidrocarburo del planeta: Arabia, Rusia, EU, Venezuela. ¡Qué maravilla! Qué rico sentimos los mexicanos cuando vemos las gráficas de la producción petrolera mundial, porque estamos ahí, en los primeros lugares. Y qué rico se siente, también, cuando los demás países te empiezan a buscar y a rogar para que les vendas tantito petróleo, al precio que sea. Definitivamente eso de ser petroleros da celebridad y renombre, pero parece que no quita lo jodido. No, la mayoría de los mexicanos sigue exactamente igual de pobre que antes. A algunos, por supuesto, les ha ido muy bien, estúpidamente bien.
   Pero más allá de la discusión inútil de que si el petroleo quita lo pobre, esta ocasión me gustaría platicarte, mi paciente lector, algunas ideas acerca de cómo es que tenemos tanto petróleo, porque es mucho el petróleo que tenemos, y son muchas las versiones, también, de porqué lo tenemos.
   Por ejemplo, para el poeta zacatecano Ramón López Velarde, fue el mismísimo diablo el que nos hizo el favor de inundarnos con el combustible. En su Suave Patria dejó dicho que.. "El Niño Dios te escrituró un establo, y los veneros de petróleo el diablo". No es una exageración la del bardo, no, pues parecieran obra del maligno todas las calamidades que en torno del petróleo se han presentado: guerras, intrigas, voracidad, mezquindad, genocidios, invasiones, contaminación, etc.
   Otra versión, más terrena, es la que dice que Tata Lázaro nos hizo el milagrito. Así es, el General Lázaro Cárdenas, presidente de México (1936-1940), con aquella memorable decisión de expropiar los bienes y derechos de explotación a las compañías petroleras extranjeras -los ingleses se enojaron tanto que rompieron sus relaciones con nuestro país-, nos regaló el petróleo para nosotros solitos. Bueno, eso fue lo que nos dijeron; ahora sabemos que se los quitó a los fuereños y lo entregó a una camarilla de vividores nativa. Lo que sí se le agradece al General es el Instituto Politécnico Nacional. 
  Hay más conjeturas al respecto, algunas muy descocadas, otras más serias y razonables; yo personalmente que inclino por la que dice que fue Rudecindo Cantarell, sin pretenderlo, quien nos regaló el petróleo. Resulta que Rudecindo, modesto pescador chiapaneco, abordo de su pequeña embarcación Centenario del Carmen se hizo a la mar una mañana cualquiera de 1961 en busca de huachinangos. En esas andaba cuando en las proximidades de la costa campechana divisó un burbujeo negro, aceitoso que llamó su atención: era la chopopotera, conocida ya por otros pescadores de la región. Nuestro amigo nunca olvidó su hallazgo y durante años lo estuvo denunciando ante las autoridades locales y estatales. Claro que nadie lo peló, hasta que finalmente Pemex accedió a enviar una comisión técnica para investigar aquel manantial marino. ¡Santo Dios Fósil! Era petróleo, mucho petróleo, tanto que nos faltaría vida para gastarlo. Y para pronto, el presidente López Portillo nos ilusionó a todos diciendo que el único trabajo que tendríamos los mexicanos en adelante sería administrar la abundancia. Nada más.
   En el sitio donde Rudecindo vio las burbujas de aceite, en la sonda de Campeche, se alzó el segundo complejo petrolero más grande del planeta, solo superado por el Ghawar, en Arabia Saudita, y por muchos años a sido la poderosa locomotora que mueve a México. 
   A nuestro amigo, como agradecimiento, Pemex le pagó una pensión modesta hasta su muerte y le regaló un empleo para su hijo. No creo necesario decirte, estimado lector, que Rudecindo murió pobre, como había nacido. ¡Ah, perdón!, casi lo olvido: el segundo complejo petrolero más grande del mundo se llama Complejo Cantarell, como si donar el apellido sirviera para algo, por Dios.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Los marcianos no llegaron hoy


Xavier Q Farfán

   ¿Te acuerdas amigo lector de Don Pedro Ferriz Santacruz? Fue uno de los mejores locutores y presentadores de TV en México y, tristemente, murió hace algunos meses. Tuvo un programón en la tele, icónico, que se llamaba La pregunta de los 64 mil (pesos) y era además un ufólogo encarnizado. "Un mundo nos vigila", era su lema personal y lo decía con tal vehemencia, que a todos nos metía un poquitín de miedo. Como muchos otros en esta pequeña roca azul, Don Pedro estaba convencidísimo que los extraterrestres andan por ahí cerca nomás rondando, esperando el momento oportuno para manifestarse campechanamente.
   Respeto totalmente la teoría del Señor Ferriz, como respeto todas las teorías al respecto, que son muchas por cierto y algunas, hay que decirlo, bien fumadas. Y también admiro a los ufólogos por la pasión con que defienden sus puntos de vista; son hombres y mujeres de una fe no negociable que ya quisiéramos tener más de uno. Para el creyente a medias, como yo, parece ser necesario que cualquier tarde baje un ovni al patio de mi casa, descienda de él un par de marcianos y me pongan entre los dos mis chingazos para entonces poder creer: "No, pos´sí, sí existen".
   Pero respetar y admirar no es armonizar, y yo he elaborado mi propia teoría para los extraterrestres que espero, amigo lector, sea de tu agrado y posteriormente la podamos proclamar juntos como verdadera.
   Yo no lo se de cierto, pero lo supongo (pido perdón póstumo al genio de Chiapas, Jaime Sabines, por usar sus palabras en esta bobería), que los extraterrestres sí existen, porque sería muy petulante de mi parte asumir que los humanoides somos los únicos seres semi-inteligentes que habitamos este universo, pero Diosito en su inmensa y perfecta sabiduría, los puso en un planeta muy lejano -al que jamás llegaremos-, con el juicioso propósito de que no nos encontremos nunca y no tener que estar dándonos de balazos cada tercer día. De veras que Dios es sabio.
   Aún estadísticamente, es posible que en la vastedad sideral haya algún tipo de vida, inteligente o no, antropomorfa o no, física o no. ¿Quién lo sabe? Pero ése resulta ser un tema que a los humanos no nos debe de fortificar tanto; el par de neuronas funcionales que tenemos hay que aprovecharlo y solucionar las broncas domésticas, que son muchas y no pretender hacer amistades, o enemistades, con los seres de otro mundo. Además, en el hipotético caso de que en las inmediaciones de nuestro sistema solar o un poco más allá, hubiera una civilización superior -como la mayoría de los ufólogos supone-, porqué esperar cientos de años para presentarse. Y a la inversa, si nosotros fuéramos los superiores y de pronto detectamos a unos vecinos en Marte, por ejemplo, lo que aplica es llegar y presentarse, o de plano someterlos, si se ven muy asustados. ¡Orale cabrón, ahora estás bajo el dominio terrícola!
   Pero llegar a Marte no es un pic-nic, y mientras llegamos, nos tendremos que conformar con inventar teorías fantásticas. Finalmente, mi galáctico lector, te dejo con una serie de datos relativos a los aliénigenas que los humanos hemos cultivado con denuedo a lo largo de nuestra brevísima historia:
- Los ET son verdes, flacos, de manos muy largas y ojos oblicuos verticales.
- Hacen abducciones, es decir, se llevan de paseo a los humanos en sus naves.
- Que ya llegaron, pero no los notamos porque están disfrazados de humanos.
- Hacen experimentos de tipo sexual con mujeres terrícolas, y a veces con hombres.
- Que la montaña de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo sí es una base alienígena.
- Ayudaron a construir las pirámides colosales que hay en la Tierra.
- El gobierno de EU es cómplice de un plan extraterretre para sojuzgar a la Tierra.
- Que alguien les vendió el Triángulo de las Bermudas
- Arnold Schwarzenegger es uno de ellos, a igual que George W. Bush.
- Que han visto el avión de Malasya Airlines en una pista clandestina de la Luna.
- Que por favor se lleven a Kim Jong Un
- Que por favor se lleven a Alfredo Palacios
- Que por favor Alfredo Palacios le cambie el corte de cabello a Kim.

Basta de tonterías, ¡mejor bailemos!. Namasté

martes, 13 de mayo de 2014

Hola, me llamo Enrique y soy Presidente

Xavier Q Farfán

Un día de ficción en la vida de ficcíón de un presidente de ficción

CUARTA PARTE. FINAL

11:00 a.m.
   El avión presidencial ha despegado de la capital con rumbo a Monterrey NL y el capitán de la nave informa que hay buen clima y que el vuelo será tranquilo y rápido. El Presidente se nota relajado y bromea con los funcionarios que lo acompañan a su fugaz gira norteña
-Espero que luego del Congreso el gober tenga preparada esa arrachera de la que tanto presume, pinche guero, se me hace que es puro cuento eso de que cocina muy sabroso-, le comenta el SP a su secretario, que responde en el mismo tono burlón.
-Qué va a saber cocinar, compra ya todo preparado y dice que él lo hace para darse humos de chef, aunque te diré que sí tiene cara de mandilón.
-Señor presidente-, interrumpe cortésmente el Capitán II, -la Primera Dama está en el teléfono.
-¡Quique!, ¿dónde andas mi vida? ¿que vas a Monterrey? Okey, ten cuidado chaparrito y acuérdate de traer las cajas de cabrito que vamos a preparar el fin de semana, para la fiesta esa, la de tu ahijada. Y si puedes traerte de una vez carne seca para que Doña Meche haga machacado. Luego te cuento lo que me dijeron en el colegio de los niños, ¡te vas a desmayar de puro gusto Enrique!, bueno te dejo porque debes estar muy ocupado, nos vemos en la noche, Tigre.
   La respuesta del Presidente fue de monosílabos, como usualmente son las respuestas de los maridos a las llamadas de sus esposas, no porque seamos parcos o porque nos de un poco de pena explayarnos, sino porque es casi imposible decir más.

12:00 p.m.
   El Presidente desciende de su avión y es recibido por el Gobernador del Estado y una comitiva de ministros, que lo conducen por un caminito rojo hasta una plataforma próxima, donde habrán de ser los honores a los Símbolos Patrios. Tú sabes, amigo lector, Himno, escoltas, tambores, Bandera...
   Las personas cercanas a Enrique no lo notan, pero su semblante empieza a cambiar: sus gesto es ahora adusto, su mandíbula está endurecida y sus manos sudan. Pareciera que está a punto de colapsar, pero no colapsa y la ceremonia da inicio. A medio Himno el sudor es más intenso y el Presidente suplica, en voz muy baja, "por el amor de Dios, que ya termine esto". Su actitud no es irrespetuosa, claro que no, pero sucede que escuchar y cantar el Himno Nacional media docena de veces durante el día, con cornetas y todo, es una verdadera tortura aún para el más patriota de los mexicanos. Con una vez en la mañana muy temprano, resultaría suficiente.
   Cuando al fin acaba la solemnidad, el SP ya está indispuesto y de mal humor, aunque lo matiza bien, con sonrisas cautivadoras que ha ensayado noche tras noche frente al espejo de su baño. Si por él fuera, en este preciso momento se regresaría a México a pie, no importa, para tranquilizarse en los brazos de Angélica, su Primera Dama. Pero el Presidente no se puede regresar y tiene que inaugurar el Congreso Panamericano de Nanotecnología, donde, ya te la sabes, único lector mío, habrá honores a la Bandera. ¡Chingada madre!

13:00 p.m.
"Por motivos ajenos a su voluntad, el Señor Presidente no estará con nosotros para inaugurar este Congreso, pero ha dejado instrucciones para que el Señor Gobernador del Estado haga lo propio. Gracias".

   El Presidente no pudo más, y por sugerencia de su médico canceló sus actividades por el resto del día. En este momento vuela de regreso a la Ciudad de México con unas rodajas de papa cruda en las sienes. Ahora sólo le queda una pesadilla pendiente: gracias a su vahído, Enrique olvidó el cabrito de su vieja. Qué día, qué día de perros, Señor Presidente de México. Y tan contento y tan guapo que te veías pidiendo votos. 

lunes, 12 de mayo de 2014

Hola, me llamo Enrique y soy Presidente

Xavier Q Farfán

Un día de ficción en la vida de ficción de un presidente de ficción

TERCERA PARTE


7:30 a.m.
   La llegada del Presidente al Salón Carranza, repleto, origina un aplauso unánime y generoso, que sólo amaina cuando el locutor inicia la presentación de las personalidades que habrán de presidir el desayuno con la Barra de Pepenadores de México. En la mesa circular del Presidente están algunos ministros de su gabinete y por supuesto, los directivos de la Barra invitada. Los fotógrafos "de la fuente" no pierden detalle de los gestos, de las posturas, de los ademanes; ahí andan entre las mesas haciendo su trabajo. Enrique, el Presidente, que trata de sonrreír a todos, no pierde oportunidad de revisar, con disimulo, el informe de las columnas políticas. Lo llevó al evento con el propósito, válido por supuesto, de no aburrirse con las peroratas infumables que habrá de escuchar esta mañana.
-..y es así, Señor Presidente, que los pepenadores estamos ante usted esta hermosa mañana de mayo, para expresarle nuestra gratitud por su incondicional apoyo, que se verá reflejado en la mejora continua...-
   Con rollos así cualquiera se aburre, hasta un monje tibetano, y el Presidente también. Por eso se distrae leyendo aquel informe y claro, cuando es su turno ante el micrófono llega totalmente desconcentrado y se presentan esos tropiezos verbales suyos, tan frecuentes. Luego entonces no es una incapacidad mental, o algún déficit académico. Simplemente escuchar tanta pendejada en los discursos lo pone mal. 
   Por fin termina el desayuno oficial de los pepenadores; el SP dejó intacto su plato de huevos con nopales en salsa de pasilla, pero al café veracruzano si le entró con ganas. Sólo falta la ceremonia hilarante de la despedida, en la que todos los invitados saludan de mano al Presidente -las mujeres con un besito falso- para la foto. Es un rito muy mamón, pero se cumple con puntualidad.

10:30
   El personal de apoyo del Presidente siempre es el más preocupón para que las cosas salgan bien, y en tiempo. Me imagino que por eso se ven siempre corriendo y gritando, y aunque no haya necesidad para hacerlo, siempre lo hacen -quizá por eso se han ganado la fama de prepotentes-. Un ejemplo lo tuvimos hoy, cuando el presidente era trasladado de Los Pinos al Campo Marte. El recorrido es corto pero implicó un movimiento exagerado de Suburbans y de coches. Parecía, pues, un desfile del 16 de Septiembre de dos cuadras. En fin.
   Acompañado siempre del Capitan II, el SP se apresta a abordar el TPH 01 Eurocopter 225ec Super Puma, poderosa nave que lo llevará al aeropuerto de donde habrá de volar a Monterrey NL para presidir la inauguración del Congreso Panamericano de Nanotecnología. En el breve trayecto el Presidente termina de ver el digesto político y lo comenta con su secretario particular
-Parece que los analistas no andan muy belicosos: al menos hoy sus críticas son light. ¡Carajo!, no hay forma de tenerlos a todos contentos.
-Ni te fortifiques Quique, tú haces lo humanamente posible por llevar la fiesta nacional en paz, y como sabes, siempre habrá un jodida piedra en el zapato; déjalos que hablen, aunque hablen bien-, animó al Presidente su secretario y le empezó dar los pormenores del evento que habrían de inaugurar en unas horas.

continúa

domingo, 11 de mayo de 2014

Hola, me llamo Enrique y soy Presidente

Xavier Q Farfán

Un día de ficción en la vida de ficción de un Presidente de ficción

SEGUNDA PARTE

6:30 a.m.
   El Presidente acompañado de esposa llega al comedor del departamento familiar en Los Pinos; ahí un asistente del Estado Mayor Presidencial, el Capitan II, le entrega el resumen informativo con las novedades de la República. Ya sentado revisa detenidamente el informe y le comenta a La Gaviota
-Parece que hoy amaneció tranquilo nuestro país, espero que siga así; hay ciertos problemas en Guerrero y Michoacán, tú sabes, pero estaré en contacto con Miguel Angel para que mantenga la comunicación con los gobernadores por si se ofrece algo-, explica el SP (Señor Presidente) a su cónyuge.

(Perdón por interrumpir tu lectura, lector mío, pero quiero hacer una reclamo público y este momento me pareció adecuado. Me vale madre que el Presidente esté desayunando. Resulta que el título de La Gaviota que le  confirieron a la Primera Dama me parece una falta de educación muy grave, porque dicho título le pertenece a otra mujer, a Margarita Rosa de Francisco, portento de mujer colombiana que protagonizó el culebrón Café con aroma de mujer hace veinte años, en el que se ganó a pulso el derecho de ser La Gaviota, La Gaviotica. Yo se que te importa un pepino, paciente lector, pero deja te cuento que esa telenovela fue la primera que vi completita, y la última -aunque con cierta pena debo confesar que vi algunos capítulos de las brasileñas El Pantanal y Roque Santeiro-. Pero, volviendo a mi queja pública, la esposa de Enrique debiera usar otro título, se lo pido con todo respeto como se le deben pedir las cosas a la esposa de Enrique, el Presidente. Ahora sí, si te quedan ganas, puedes seguir leyendo, estimado lector)

-Señor Presidente, le dejo la agenda del día de hoy. En media hora lo esperan a usted los caballeros de la Barra de Pepenadores, su discurso ya está en el teleprompter, los secretarios que lo acompañan en el podio ya están confirmados, algunos de los invitados ya están llegando. Al parecer todo marcha bien. Luego de la reunión nos vamos a la Campo Marte de donde volaremos al aeropuerto. Más adelante le sigo informando. Con su permiso Señor Presidente- le dice, diligente, el Capitán II.
-Muchas gracias, Capitán- responde el SP con una inclinación leve y breve de cabeza. 
Angélica es quien sirve el desayuno al Presidente: jugo de toronja y cereal integral con leche.
-Mi vida, recuerda que el cereal integral no me gusta, prefiero los Cheerios de miel y manzana.
-Ya lo se Quique, pero se terminaron; ahorita aviso para que traigan más. Por lo pronto acaba de comer, por favor, porque me está ganando el tiempo. Tengo que despachar a los muchachos al cole y luego me voy a Cuernavaca a un evento de los Desayunos Escolares Calientes, creo.- apura la Primera Dama.
-Ok, ok, ya termino. Tú haz lo tuyo, querida, yo recojo la mesa. Ya vete con los chavos. 
   Claro que la asistente Doña Meche no dejó al SP recoger la mesa
-Permítame Señor Presidente-, le pidió educadamente y en un segundo recogió y limpió todo y desapareció por la puerta batiente de la cocina por la que había llegado.
   Y otra vez llegó el Capitan II, como siempre con carpetas en sus manos, esta vez para entregarle un digesto de las columnas políticas más importantes publicadas el día de hoy, ya con anotaciones al margen y subrayadas, para facilitar y hacer rápida la revisión del Presidente y para acompañarlo al Salón Carranza. 
   El joven militar y el Presidente recorrieron pasillos y salas sin hablar; hasta llegar a una habitación contigua al salón, en la que ya se escuchaba ese alborozo expectante que sólo se escucha cuando se espera a alguien muy importante.Ahí le dieron una manita de gato al SP y el Capitán II le dijo que era hora de entrar. En el salón, con un sonido impecabe, el locutor anuncia el arribo del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

continúa