viernes, 16 de mayo de 2014

El TOP-5 de la estupidez global

Xavier Q Farfán 

   Me parece que algo anda mal en el taller de Dios: absorto como está en su obra magnífica ha dejado ir algunas piezas imperfectas. Pero Dios no se equivoca, por lo que supongo que estas omisiones son deliberadas, como para meterle sabor al caldo. Y es que hacer un cerebro humano no es una tarea sencilla; cualquier distracción y ¡pum! la obra sale mal. Pero Dios es Dios y él sabrá por qué lo hace.
   En general, la producción de humanos inteligentes es muy buena, con altos estándares de efectividad final, pero como en todo, la excepción confirma la norma. Andan por este mundo 2 que 3 ejemplares que ponen en duda todo el preciosismo con el que Dios nos hizo. Aunque, insisto, puede ser su sentido del humor el responsable, porque qué aburrido sería esta mundo sin los imperfectos. ¿A quién culparíamos de todo? ¿De quién nos mofaríamos?
   Enseguida, amigo lector, te presentaré algunas de las cosas más absurdas que he visto en mi vida, protagonizadas obviamente por imperfectos que de algún modo se las ingeniaron para escapar del Aliento Divino que regala el sentido común y la inteligencia. Huelga decir que es mi opinión personal y nuncamente intentaría herir u ofender a alguien con mis comentarios; además un poco de sarcasmo no mata.

-Guinness World Records, o el Libro de los récords Guinness.

   Magna obra de los idiotas, elaborada por imperfectos en la que se compilan los mejores logros de los idiotas en este mundo. La idea de este mamotreto, de factura inglesa off course, en un inicio era medianamente buena -un libro de consulta de curiosidades de la naturaleza- pero con el paso del tiempo derivó en el compendio de la estupidez que todos conocemos ahora. Y curiosamente, este libro es uno de los más vendidos en el planeta. Qué cosas: los idiotas ponen sus talentos y otros, menos idiotas, los publican y se hinchan de billetes. Comer más salchichas, escupir más lejos, tener el tumor grande y presumirlo, etc., son algunas de las hazañas humanas registradas.

- La Barbie y el Ken humanos.

   No los conozco y sus historias personales no me interesan, pero resulta que Valeria Lukyanova y Justin Ladica son dos jóvenes que se han ganado, a lomo partido, su derecho de figurar en este top de la idiotez humana. En lugar de asistir a la universidad y trabajar de medio tiempo en Mc Donalds, como hacen todos los chavos normales, ellos decidieron dedicar su vida y su dinero a parecerse a Barbie y a Ken. ¡Hazme el recabrón favor, paciente lector! Por más que le exijo a mi pequeño cerebro, no me alcanza para entender este despropósito.
   A base de cirugías reconstructivas y pilates, los muchachos se ufanan día tras día para alcanzar el parecido ideal con los populares muñecos de Mattel -cuyos directivos deben muy indignados con esta flagrante deshonra a su copy-right- y que sus amigos, también idiotas, les digan: "oye, estás igualita a la Barbie, y hasta hablas". No es mi dinero el que se botan, allá ellos, pero bien podrían invertirlo en otra clase de cirugía: la de cerebros, para ver si les quita, aunque sea un poquito, lo tarugos.
   Nomás nos falta que este par se case, y que tengamos que andar lidiando con sus hijos de plástico en un futuro, porque seguramente querrán seguir los pasos de su padres sintéticos.

continúa

   

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