Xavier Q Farfán.
Dos meses le quedan de vida a Archi Andrews. ¡A gozarla mi chavo!
En la versión Life with Archie, que se distribuye en Estados Unidos, el pelirrojo coquetón se va a morir ensangrentado y rodeado de sus mujeres eternas e inalcanzables: Verónica y Betty. La decisión de esta muerte, que es una muerte a medias, de mentiritas, me supongo que es con el propósito de medir la reacción de los seguidores, o de aumentar los suscriptores, no se. Obviamente que en la línea original, la de siempre, Archi seguirá vivo. Nadie con dos dedos de frente mataría a la gallina de los huevos de oro.
Pero en lo que llega esa fecha aciaga, porque no hay fecha que no se cumpla, y menos si es aciaga, voy a ofrecerle al pecoso de Riverdale algunas actividades para estos dos meses que le quedan con vida. No trato, Dios es mi testigo, de alterar las costumbres y el estilo de vida decente de Archi o sus amigos, preparatorianos bien portados, pero un poco de escándalo, como despedida, no estaría nada mal.
Archi se muda a Utah
Convencido de que en Riverside la esperanza de lograr los grandes propósitos de su vida se alarga y se alarga, Archie Andrews (Archi Gómez como lo conocemos los hispanohablantes) decide mudarse al estado de Utah y se radica en uno de pueblos: Provo. De inmediato despliega su potencial emprendedor y funda una empresa que rápidamente se posiciona. Y para no desentonar con su entorno se hace mormón.
Archi El Mormón, como le conocen ahora, se entera que, siendo mormón, puede tener más de una esposa y antes de-que-canta-un-gallo, manda traer a Verónica y a Betty, desde Riverdale. Apenas las recibe en su casa Archi El Mormón, tramita para ellas su nueva fe. Ahora sí, todos mormones, venga la boda múltiple. Y hete aquí que Archi El Mormón, hizo en un par de noches todo lo que no hizo, y todo lo que planeó hacer, en su eterna juventud escolar. Al cabo de dos meses, como estaba previsto -con algunos cambios en el guión- Archi El Mormón termina muerto entre sus dos esposas víctima de una paraplejia sexual combinada.
Como consuelo de este suceso nos queda que, antes de morir, Archi El Mormón embarazó a sus dos mujeres. Luego de unos meses, Verónica y Betty dieron a luz a sendos varones pelirrojos y pecosos, que al pasar los años se hicieron cargo del exitoso negocio del padre difunto y que cuando pasean por las calles hermosas de Provo, los vecinos cuchichean: "mira, ahí van los hijos de Archi, el señor de las caricaturas que se hizo mormón".
Lo que sucede en Las Vegas...
Resulta que durante un fin de semana somnoliento y aburrido, Archi Gómez y sus amigos decidieron ir de paseo a Las Vegas, la ciudad del pecado. Pidieron los permisos respectivos, porque en Riverdale los jóvenes deben pedir permiso para salir a cualquier parte; luego acopiaron sus mesadas y ahorros y un par de horas después Archi, Carlos, Torombolo y Gorilón ya iban en la carretera muy cómodos y muy felices a divertirse de lo lindo apostando y bebiendo -algo que no hacían en su pueblo, ni en el más húmedo de sus sueños-.
Como si se tratara del último paseo de sus vidas -el de Archi sí, ya lo sabemos- se quedaron en el Hilton Grand Vacations Club. Apenas se estaban instalando y empezaron a llegar carretadas de champagne y espectaculares damas. Era, pues, la bienvenida y también el inicio de la maratónica francachela de Archi y sus amigos en Las Vegas, que terminó de súbito cuando al joven pelirrojo, en medio de una hipnótica sesión de juego, la máquina endemoniada empezó a darle billetes y más billetes, miles de billetes. En media hora Archi Gómez dejó de ser un provinciano clasemediero y se convirtió en Mr.Archie Lucky.
Y como sucede en estos casos, tú lo sabes mi querido lector, Mr. Archie Lucky mandó a la porra a sus amigos, a sus papás, a su pueblo y para no cambiar mucho las costumbres en Las Vegas, se construyó su propio casino. Y ahí, en su casino, el pecoso de Riverdale se hizo ludópata, alcohólico y mariguano. Al cabo de dos meses, como estaba previsto, Mr. Archie Lucky murió encima de un cerro de cocaína que no alcanzó a aspirar. Namasté
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