SEGUNDA PARTE
Kim Jong Un, el coreano sexi
Hasta el momento no tengo noticias de que los aldeanos de Corea del Norte estén al borde del estallido social porque su presidente, o lo que sea, es idiota. Tal vez el control de los medios sea muy preciso y no nos enteremos de su incomodidad, o bien los coreanos están felices con la gestión de Kim al frente de su país. Quién sabe, eso ya es otra historia. Lo que nos importa ahora es saber por qué Kim Jong Un está rankeado en los primeros sitios de la estupidez mundial.
Resulta que este joven dictador hace cosas muy extrañas, y obliga a sus súbditos a hacer cosas muy extrañas también, que sólo las explica un desorden mental, como la estupidez. Fíjate, lector querido, que Kim se corta el cabello el solito por temor a los peluqueros y como tiene los brazos un poco cortos ya te imaginarás el resultado: parece una piña regordeta. Claro que el coreano sexi puede hacer con su pelo lo que se le antoje, pero cuando obliga a sus goberrnados a usar el mismo corte, es una signo inequívoco de Trastorno de la Estupidez. Otra señal adversa es su costumbre de hacerse rodear, siempre, por un pelotón de escribidores que anotan todo lo que dice y hace para luego publicarlo en lo medios oficiales; por ejemplo, si Kim le da un caramelo a algún niño, los escribidores lo anotan y en el diario del día siguiente publican: "nuestro carismático Líder, un uno de sus gestos habituales, ha demostrado su gran amor por los niños norcoreanos, asegurándoles a todos un futuro seguro y prometedor".
Al Presidente Jong Un le gusta el baloncesto y alguna vez llevó a su Corea a Dennis Rodman, gran exjugador de basquet, pero también, un poco idiota. No quisiera, por nada del mundo, toparme a este par en una cristalería, y borrachos, menos. Pero bueno, cada quien su vida. Finalmente debo decir, un poco en descargo de Kim, que su padre era peor. Decían sus escribidores que Kim Jong Il
-No defecaba ni orinaba
-Que había inventado las hamburguesas
-Podía controlar el clima
-Que usaba un teléfono celular invisible
Cómo no iba a salir tarado el hijo, con semejante papá. Ni con la carísima escuela en Suiza a la que asistió se pudo componer el muchacho.
Varios casos de Trastorno de la estupidez
En México, cuando el Príncipe William y su novia Kate Middleton preparaban su boda, una joven preparatoriana se puso en huelga de hambre hasta que alguien le diera una invitación al evento Real, incluido vuelo redondo. Nunca supe si la chica murió anoréxica o si pudo viajar a Londres, donde seguramente iba a hacer un pancho similar para que la dejaran ser madrina. Así como lo oyes, lector.
También en nuestro país, alguna vez un grupo de intelectuales michoacanos pidió formalmente al entonces Papa, Juan Pablo II, que por favor levantara la excomunión a José María Morelos, uno de nuestros padres fundadores muerto hace 200 años. Qué os parece.
Y ya que estamos en México, qué tal las telenovelas y algunos programas de revista nacionales que, para orgullo y gloria nuestros, se venden por todo el mundo. La neta admiro a sus guionistas que cotidianamente libran una batalla épica, encarnizada, descomunal, contra la inteligencia y el sentido común y cotidianamente la ganan. ¡Carajo!, qué gran negocio este de exportar la estupidez.
Quinto lugar
El quinto sitio de este listado impresionante se lo han ganado, a pulso, los tipos que dedican su tiempo y energías -en lugar de hacer algo útil y de provecho- a elaborar inventarios de las cosas y personas idiotas de la vida. ¡Gulp! Namasté.
Al Presidente Jong Un le gusta el baloncesto y alguna vez llevó a su Corea a Dennis Rodman, gran exjugador de basquet, pero también, un poco idiota. No quisiera, por nada del mundo, toparme a este par en una cristalería, y borrachos, menos. Pero bueno, cada quien su vida. Finalmente debo decir, un poco en descargo de Kim, que su padre era peor. Decían sus escribidores que Kim Jong Il
-No defecaba ni orinaba
-Que había inventado las hamburguesas
-Podía controlar el clima
-Que usaba un teléfono celular invisible
Cómo no iba a salir tarado el hijo, con semejante papá. Ni con la carísima escuela en Suiza a la que asistió se pudo componer el muchacho.
Varios casos de Trastorno de la estupidez
En México, cuando el Príncipe William y su novia Kate Middleton preparaban su boda, una joven preparatoriana se puso en huelga de hambre hasta que alguien le diera una invitación al evento Real, incluido vuelo redondo. Nunca supe si la chica murió anoréxica o si pudo viajar a Londres, donde seguramente iba a hacer un pancho similar para que la dejaran ser madrina. Así como lo oyes, lector.
También en nuestro país, alguna vez un grupo de intelectuales michoacanos pidió formalmente al entonces Papa, Juan Pablo II, que por favor levantara la excomunión a José María Morelos, uno de nuestros padres fundadores muerto hace 200 años. Qué os parece.
Y ya que estamos en México, qué tal las telenovelas y algunos programas de revista nacionales que, para orgullo y gloria nuestros, se venden por todo el mundo. La neta admiro a sus guionistas que cotidianamente libran una batalla épica, encarnizada, descomunal, contra la inteligencia y el sentido común y cotidianamente la ganan. ¡Carajo!, qué gran negocio este de exportar la estupidez.
Quinto lugar
El quinto sitio de este listado impresionante se lo han ganado, a pulso, los tipos que dedican su tiempo y energías -en lugar de hacer algo útil y de provecho- a elaborar inventarios de las cosas y personas idiotas de la vida. ¡Gulp! Namasté.
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